Fuente: El Periódico Mediterráneo
El animal pierde a su ternero en un parto complicado y un localizador alerta al ganadero, que llega a tiempo para ahuyentar a carroñero al acecho.
Las nuevas tecnologías se abren paso en todos los sectores de la sociedad y, ahora, gracias a los sistemas GPS los ganaderos pueden tener a sus animales geolocalizados. El artefacto que lo permite comenzó a proliferar en 2018, como ya informó este periódico, y cada vez son más los ganaderos que disponen del instrumento, por las múltiples ventajas que aporta.
Este pasado domingo, Joel Pascual, ganadero en Morella, logró salvar la vida a una vaca gestante gracias al uso de este dispositivo. «Hace unos días se lo coloqué a la res que estaba embarazada. El domingo, a las 12 de la noche, recibí la primera alarma del collar con una notificación al móvil con el punto en el que encontraba el animal», explica Pascual. Así, inició la operación para encontrarla: «Al llegar, la vaca yacía extenuada tras un parto muy difícil en el que, desafortunadamente, perdió a la cría. El collar GPS nos permitió salvar la vida a la madre porque, además, los buitres ya estaban al acecho volando sobre esta. Si llegamos un poco más tarde la hubiésemos perdido».
Este lunes han culminado esta historia agridulce con una mejoría de la vaca: «Pudimos cargarla y trasladarla a la masía donde el veterinario la atendió para tratar de mejorar su recuperación después del parto», destaca el ganadero.
Un aliado para la ganadería
Este tipo de aparato –que envía la ubicación a través de la red global 0G de Sigfox, líder mundial de la conectividad del Internet de las Cosas (IoT)–, ya es un gran aliado de los trabajadores del sector primario para controlar a los animales. Más aun en casos como este en los que llegar rápido puede suponer salvar una vida. En este sentido, Pascual indica que «estos collares van muy bien, informan de la ubicación GPS y de otros datos como la temperatura del ejemplar. El único problema que tienen es el precio, ya que no podemos tener los que nos gustaría». Actualmente, el coste de este dispositivo es de unos 200 euros.