Fuente: A1 Retail / Escribe: Arnaud Tayac, director de operaciones comerciales y servicios de Sigfox
Si bien el período de noviembre a febrero siempre ha sido de importancia estratégica para el sector minorista, en la actualidad los minoristas se enfrentan a algunos problemas verdaderamente críticos tras un año trastocado por la crisis sanitaria. El comercio en línea ha estado gestionando una serie de eventos clave desde el Black Friday y las ventas de Navidad hasta las ventas de enero … pero a medida que las compras en línea crecen, esto presenta una multitud de desafíos para los distintos actores de la cadena de suministro: disponibilidad de stock, calidad del producto, cumplimiento de los plazos de entrega … Para lograr esto, Internet de las cosas (IoT) es una tecnología que ofrece a los minoristas visibilidad en tiempo real durante todo el recorrido del producto y el potencial para aumentar la satisfacción del cliente.
Entonces, ¿cómo pueden los minoristas garantizar un seguimiento óptimo desde el almacén hasta el cliente final con este aumento en las compras en línea y el creciente número de paquetes que anuncia?
Nuevas demandas de los consumidores
La pandemia ha alterado significativamente el comportamiento de los consumidores y su relación con las marcas. Por ejemplo, la disponibilidad de un producto antes de realizar un pedido en línea o recogerlo en la tienda es algo común para los consumidores a medida que aumentan los clics y la recolección, lo que permite a los consumidores evitar las colas y permanecer socialmente distanciados cuando salen de compras.
La calidad y el precio del producto ya no son suficientes, y la satisfacción del cliente ahora depende de una cadena de suministro eficiente. Este requisito es aún más exigente cuando el número de pedidos aumenta exponencialmente, lo que impone más presión a las empresas para que entreguen a sus clientes a tiempo. Es por eso que los minoristas deben equiparse con tecnología capaz de brindar información de seguimiento precisa y en tiempo real.
Una vista del inventario en cualquier momento
En efecto, ¿a qué marca no le gustaría conocer con precisión y en cualquier momento el nivel de disponibilidad de sus productos? Ante el creciente aumento de pedidos online y las expectativas de estrategias omnicanal exitosas, las tiendas, tanto físicas como online, idealmente deberían estar en condiciones de mantener stock suficiente en todo momento.
La instalación de sensores de IoT en los estantes (tanto en la tienda como en los almacenes), por ejemplo, puede proporcionar a los minoristas información valiosa sobre el estado real de su inventario, pero también sobre la popularidad de los productos, lo que facilita anticipar un posible situación de falta de stock.
La ruta más corta desde el almacén hasta el lugar de entrega.
Más que una simple herramienta de inventario, IoT aporta valor en toda la cadena de suministro. Colocados en los contenedores o dentro de los propios paquetes, los sensores de IoT permiten a los minoristas rastrear tanto la entrega como el estado del producto en sí: especialmente para productos refrigerados o medicamentos. Estos datos pueden ser útiles no solo para identificar pérdidas o errores de envío, sino también para rastrear el envío en tiempo real.
Por lo tanto, el uso de IoT aumenta la visibilidad en todas las etapas, reduce la degradación y los retornos del producto y, finalmente, ayuda a cumplir con los plazos. La calidad de la entrega se define como un factor principal en la decisión de compra. De hecho, con una gran mayoría de consumidores, cualquier pedido retrasado probablemente influiría negativamente en las decisiones de compra futuras con un minorista electrónico. En este sentido, el IoT se ha consolidado como un socio logístico importante para todos los minoristas, especialmente durante el período de ventas a principios de año.