Fuente: JDN / Escribe: Ajay Rane
Con infraestructuras de red sencillas y una selección de soluciones fáciles de implementar, la transición de la industria de la salud a la era “sin contacto” solo requiere un análisis y una planificación adecuados.
Dado que la crisis del coronavirus muestra pocos signos de desaceleración, las organizaciones de atención médica de todo el mundo están recurriendo a soluciones tecnológicas para minimizar la posibilidad de contacto físico entre los proveedores de atención médica y los pacientes. Por lo tanto, varias organizaciones ya han implementado tecnologías “contactless”, también llamadas sin contacto, o se están preparando para hacerlo.
Sin embargo, si el despliegue de este último puede desempeñar un papel clave en la reducción de las interacciones físicas y la recopilación de valiosos datos de salud para comprender mejor la epidemia, es fundamental tener en cuenta ciertas consideraciones para realizar bien este despliegue y sentar las bases para el uso de tecnologías sin contacto durante años y crisis por venir.
Elección de seguridad y red
En primer lugar, es obvio que una de las prioridades radica en la seguridad y disponibilidad de la red. Los datos sensibles del paciente deben estar seguros y protegidos de un extremo a otro: desde el sensor que extrae los datos, pasando por la red que les permite estar conectados, hasta la aplicación central que dará sentido y una visión general para disparar acciones o decisiones. Por ejemplo, los sensores de IoT (Internet de las cosas) colocados en las puertas de los hogares de los pacientes monitoreados de forma remota pueden enviar pequeños mensajes para informar al personal de atención médica de las aperturas y cierres y así garantizar una supervisión y protección óptimas de los pacientes. Entre las muchas opciones disponibles, las organizaciones de atención médica pueden buscar una red optimizada de bajo consumo, como una red 0G, que les permita recopilar estos datos simples a un costo menor.
En algunos casos, las redes 0G se pueden utilizar como sistemas de comunicación de respaldo o de conmutación por error para sistemas de vigilancia predominantemente Wi-Fi o celulares. Esta es una gran ventaja si se tiene en cuenta que la redundancia de las comunicaciones a veces es un requisito operativo en la industria de la salud. Además, en entornos que presentarían desafíos técnicos para las infraestructuras de red tradicionales (como las instalaciones contenidas), la capacidad de los usuarios finales para instalar sus propios sistemas, infraestructuras y estaciones base, puede hacer que el despliegue de la tecnología rápidamente viable.
Defina sus necesidades correctamente
Otra consideración clave es identificar y definir casos de uso apropiados para la tecnología sin contacto. A continuación, se muestran ejemplos del uso de estas tecnologías en el contexto de la pandemia que atravesamos:
° Los sensores de IoT se pueden utilizar para rastrear las entregas de equipos de protección personal (EPP) críticos en el entorno hospitalario
° Las consultas por video se pueden iniciar después de que un médico general reciba una alerta de un paciente monitoreado en casa por sensores de IoT
° También es posible el seguimiento de poblaciones vulnerables mediante señales electrónicas periódicas
Finalmente, las tecnologías sin contacto pueden ayudar a medir los parámetros ambientales para permitir que los metanálisis evalúen el impacto de estos parámetros en los resultados de los pacientes con Covid-19.
Beneficios para pacientes y proveedores
La tecnología sin contacto puede beneficiar directamente a las instalaciones sanitarias, ayudando a preservar la salud del personal, así como la de los pacientes.
Algunos de los beneficios de las soluciones de atención médica sin contacto para los pacientes incluyen:
° Detección de bacterias en agua. SPICA Technologies, está en proceso de implementar un sistema basado en IoT para monitorear los niveles de Legionella en el suministro de agua a través de sensores conectados. Legionella es una bacteria transmitida por el agua que causa Legionella, que puede ser fatal en aproximadamente el 10% de los casos.
° Sensores de movimiento conectados para detectar caídas. Las empresas emergentes innovadoras, como Vitalbase, ya están utilizando esta tecnología en combinación con algoritmos de IA para acelerar el proceso de pedir ayuda a personas que están socialmente aisladas o en cuarentena. Otro ejemplo es SeniorAdom, una solución diseñada para detectar automáticamente posibles anomalías del comportamiento, incluidas las relacionadas con una caída, el desmayo de una persona o un deterioro de su estado mental como en las personas con Alzheimer.
° Despliegue masivo de botones de llamada de ayuda. Estos botones se han desplegado en hospitales temporales de España para permitir que los pacientes llamen al personal sanitario. A diferencia de los sistemas hospitalarios convencionales, no necesitan estar cableados y se pueden configurar sin necesidad de otra infraestructura. Un ejemplo de la vida real de cómo una solución basada en red 0G es ideal para una implementación rápida y extensa en un entorno como un hospital de campaña construido en un período de tiempo muy corto y con un número de camas ocupadas que cambia rápidamente.
Finalmente, antes de comenzar la implementación, los equipos deben definir los flujos de datos adecuados. En el sector sanitario, a diferencia de muchos otros casos de uso de IoT, los extremos de la cadena de interacciones suelen ser los humanos. Para minimizar las interacciones entre individuos (interfaces humano-humano), aquellos que planean la implementación de soluciones sin contacto deben mapear con precisión el flujo de datos entre el paciente y la aplicación centralizada para comprender los puntos de contacto que podemos automatizar. Sin este análisis, el sistema puede resultar inútil en su objetivo de reducir el contacto humano. Algunos sistemas de salud, por ejemplo, usan robots médicos conectados a tecnologías de IoT para tomar muestras y realizar pruebas, pero olvidan pensar en cómo llevarlos al laboratorio analítico. Si bien los humanos siempre deben recolectar materiales peligrosos, no se ha evitado el riesgo de exposición a estas sustancias y su propagación. En una situación ideal, “sin contacto” debería significar estrictamente “sin contacto”, minimizando cualquier transmisión, directa o indirecta, entre el personal sanitario y los pacientes.
Con infraestructuras de red sencillas y una selección de soluciones disponibles y fáciles de configurar, la transición del sector sanitario a la era “sin contacto” requiere en última instancia sólo un análisis y una planificación adecuados.