La lluvia generalmente es percibida como un beneficio para los cultivos y los campos, sin embargo es una cantidad de lluvia la “ideal” para cualquier temporada de crecimiento. Si la precipitación promedio es mucho más alta que la ideal, puede ocasionar problemas significativos, desde cultivos ahogados hasta rendimientos más bajos.
¿Cuándo regar?
Saber cuándo y cómo regar, es algo que se aprende con los años de experiencia de los agricultores. Demasiada agua podría ahogar los cultivos, especialmente si ha llovido. Sin embargo, una combinación de riego insuficiente y falta de riego también podría llevar a la muerte de los cultivos.
No darle suficiente agua hace que la planta “muera” de sed, lo que puede provocar la muerte del cultivo o un bajo rendimiento. Por el contrario, el exceso de agua puede llevar a generar las puntas doradas de las hojas de los cultivos y a otra posible putrefacción de la raíz y otros problemas.
Enfermedad + Moho
Si los cultivos están demasiado húmedos, también pueden comenzar a formar moho o coger un hongo. El suelo también puede ser tomado por bacterias, moho y hongos, que pueden ser absorbidos por la planta. Si bien esta no es una práctica común en el campo del crecimiento de las plantas, es posible controlar este tipo de crecimiento.
Junto con el moho o el hongo, la enfermedad también se puede propagar entre sus cultivos. Las precipitaciones también son un buen indicador de la predicción de enfermedades comunes de los cultivos, ya que afectan su propagación. La lluvia puede transmitir patógenos, plagas y otras enfermedades a las plantas, lo que lleva a cosechas enfermas masivas. Esto podría afectar su rendimiento o hacer que todo el campo quede inutilizable.
Crecimiento desde la semilla
Además de la enfermedad, también se puede determinar qué tan rápido crecerá un cultivo a partir de la semilla, cuando estará listo para la cosecha. Un buen equilibrio entre la lluvia y el riego adecuado puede conducir a plantas de crecimiento más rápido, lo que puede reducir el tiempo de germinación y la duración entre la siembra y la cosecha. Los cultivos dependen del agua durante su ciclo de vida para sobrevivir y prosperar.
La salud de la tierra de cultivo
La tierra también se ve muy afectada por la lluvia. Si está demasiado húmeda o demasiado seca, los nutrientes en la tierra pueden eliminarse y no llegar a las raíces: esto genera un crecimiento pobre. Además, también puede provocar el crecimiento de bacterias, hongos y moho en el la tierra
Llegada de la cosecha
Saber cuándo regar, previniendo enfermedades y moho, y asegurarse de que la tierra se mantenga en el nivel correcto, son todos componentes necesarios para el crecimiento sano de los cultivos y con ello lograr la mejor cosecha posible. La correcta cantidad de lluvia puede balancear estos factores, lo cual puede producir una cosechar más sana y mayor.
Equilibrar el riego adecuado es clave para los mejores cultivos posibles. Los sensores habilitados por Sigfox pueden ayudar a los agricultores y mejorar las condiciones climáticas y la lluvia, lo que permite una mejor salud de los cultivos.
Fuente: Sigfox